sábado, 16 de junho de 2012

«Nadie, que yo sepa, ha quedado indiferente tras explorar la colosal figura del Padre Pío»


El 16 de junio de 2002 tuvo lugar en la Plaza de San Pedro, en Roma, la mayor ceremonia de canonización jamás vista. Fue honrado así uno de los más grandes santos del siglo XX, nacido en 1887 en Pietrelcina (Italia) y muerto en 1968 en el convento de San Giovanni Rotondo donde pasó, prácticamente sin salir, su último medio siglo de vida.

Su confesonario y su misa reunían a multitudes venidas de todo el mundo, atraídas por la santidad que evidenciaban, entre otros signos, los estigmas de la Pasión que le acompañaron desde muy joven y las conversiones y milagros obtenidos por su intercesión.

Y eso ocurrió en vida, pero sobre todo después de muerto, como explica a ReL el escritor José María Zavala, autor de Padre Pío. Los milagros desconocidos del santo de los estigmas (LibrosLibres).

¿Ha hecho más ruido el Padre Pío en estos diez años que en vida, como prometió una vez con sentido del humor?
Se cuentan ya por centenares, e incluso por millares, las conversiones y/o curaciones por intercesión de este gran santo en todo el mundo desde su canonización por Juan Pablo II, tal día como hoy pero de hace diez años. Y aun así, da la impresión de que sólo conocemos la punta del iceberg de la gran obra que, por su intercesión, sigue haciendo hoy el Señor en las almas de todos los pecadores.

De hecho, la quinta edición de su libro hubo de incluir un capítulo especial con casos conocidos presicamente a raíz de su publicación. A punto de salir la séptima edición, ¿tendría nuevos casos que contar?
Anteayer mismo recibí el último testimonio en mi correo electrónico: el de Irene, quien, tras leer el libro del Padre Pío empezó a rezar la novena al santo para que ella y su marido encontrasen trabajo. Pues antes incluso de terminarla hallaron los dos un empleo... ¡en plena crisis económica! ¿Acaso no es un verdadero milagro?

¿Y alguna curación milagrosa?
Hablando de milagros, puede usted imaginarse la ilusión que me hizo constatar que Ricardo, un viejo compañero de estudios al que no veía desde el colegio, se ha curado por fin de un cáncer de colon por intercesión del Padre Pío. Tras treinta años sin verle, apareció en una de las charlas sobre el Padre Pío que dio el también sacerdote capuchino Elías Cabodevilla. Al final, Ricardo se acercó a verme para darme la tremenda noticia: "José María, me estoy muriendo", sentenció. Acto seguido, me explicó que los médicos le habían dado tan sólo un 5 por ciento de posibilidades de seguir con vida tras extirparle parte del hígado a causa de una metástasis.
En la última cirugía, le abrieron en canal para echarle quimioterapia "a granel" y quemar las células cancerígenas con más bien nulas esperanzas de salvación.
  
¿Cuál era su estado de ánimo?
"José María", añadió él, con una serenidad que me conmovió, "no me da miedo morir; lo tengo asumido. Lo único que me preocupa es dejar viuda y dos niños de once y diez años..." Pensé entonces, emocionado, en que yo también tenía dos hijos de esa misma edad.

¿Y le habló del Padre Pío?
"Tranquilo, que te vas a curar", osé decirle. Y añadí, de corazón: "Esta misma noche empezamos a rezar mi esposa, mis hijos y yo la novena al Padre Pío por ti; haz tú lo mismo". Las pruebas médicas posteriores evidenciaron su inexplicable curación.

¿Y alguna conversión de la que haya tenido noticia recientemente?
¿Más milagros? Esther ha experimentado su propia conversión y la de su pareja con la que convivía desde hacía siete años sin estar casada por la Iglesia. Hace unos meses contactó conmigo para anunciarme que acababa de poner en marcha su proceso de nulidad para que tanto ella como él pudiesen contraer santo matrimonio algún día si era la voluntad de Dios. “Desde que leí el libro, rezo todos los días al Padre Pío para que me ayude a ser mejor”, me dijo Esther. Gloria a Dios.

¿Cuándo conoció usted al Padre Pío y cómo ha influido en su vida?
Hace poco más de cuatro años, unos amigos nos invitaron a ver una película sobre el Padre Pío en su casa, producida por la RAI italiana para la televisión. Por el camino, le dije ya a mi esposa que me parecía un rollazo tragarnos la película de un fraile, que encima duraba más de tres horas. Pero, a medida que la veía, sentí que algo se removía en mi interior. Hasta el punto de que esa misma noche, al regresar a casa, me puse a investigar en Internet la vida del Padre Pío. Me impactó que tuviese los estigmas del Señor en manos, pies y costado durante cincuenta años consecutivos, y que hubiese muerto como quien dice “anteayer”, en 1968, sin que yo tuviese la menor noticia de su existencia.

Y se puso a trabajar...
El Padre Pío irrumpió así en mi vida y me eligió, pese a todas mis miserias, como instrumento para darle a conocer en España y hacer el bien a tanta gente necesitada de Dios a través de un libro que no para de venderse. Desde que conozco al Padre Pío, recibo su ayuda para ser mejor persona y preocuparme por los demás. Nadie, que yo sepa, ha permanecido indiferente tras explorar la colosal figura del Padre Pío. 

Para este libro y posteriormente ha visitado varias veces la tumba del santo de Pietrelcina. ¿Vale la pena ir allí como lugar de peregrinación?
En San Giovanni Rotondo se encuentra el convento donde el Padre Pío vivió más de cincuenta años. Si uno acude allí con fe y sencillez de espíritu, sentirá su presencia. Igual que Teresa, quien, pese a estar alejada de Dios, viajó allí con su madre en busca del gran milagro que curase a ésta de un tumor en el cerebelo. Cuando regresaron a Madrid, tras una semana implorando la intercesión del Padre Pío, la madre estaba curada y la hija, convertida. El caso se relata con todo detalle en el libro; como muchos otros que yo mismo he presenciado.

Más allá de los favores obtenidos por su intercesión, ¿cuál es el mensaje del Padre Pío que lo hace tan actual para nuestro tiempo?
Como dijo el Papa Benedicto XV, “el Padre Pío es uno de esos hombres extraordinarios que el Señor envía de vez en cuando a la tierra para convertir a las almas”. Y sin remontarnos tanto en el tiempo, monseñor José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián, aseguró en la presentación del libro que el santo italiano fue suscitado por Dios “para sacudir la incredulidad de nuestro siglo y para escándalo de las mentes secularizadas”. El Padre Pío nos recuerda que Jesucristo murió en la cruz por Amor, para salvarnos del pecado, y que con ayuda de la gracia santificante debemos parecernos lo más posible a Él.
  

Reino Unido: Mayoría de homosexuales no apoya legalización de matrimonio gay

LONDRES, 15 Jun. 12 / 11:53 pm (ACI/EWTN Noticias).- Una encuesta realizada en Reino Unido reveló que la mayoría de personas gay, lesbianas y transgénero de ese país no apoya el "matrimonio" homosexual, a pesar de la clara intención del Primer Ministro, David Cameron, por promover su legalización.

El estudio fue realizado por la consultora ComRes para CatholicVoices del 27 de abril al 20 de mayo de 2012, e indica que sólo una minoría de la población homosexual británica considera una prioridad la legalización del "matrimonio" gay, mientras que cerca de la mitad de los encuestados coincide en que la iniciativa de Cameron busca "hacer que su partido se vea más compasivo, más que por convicción".

En ese sentido, la encuesta revela que sólo el 27 por ciento de encuestados optaría por casarse si la ley británica se los permitiera, mientras que apenas el 39 por ciento cree que la redefinición del matrimonio es una prioridad para la población gay.

Austen Ivereigh, coordinador de CatholicVoices, dijo que "quizás ahora podemos tener el debate que deberíamos haber tenido hace mucho: acerca de si esto realmente es una cosa buena para la sociedad; si hay un caso convincente para el público, para una redefinición radical de una institución fundamental de la sociedad".

Por su parte, Colin Hart, director de campaña de la Coalición por el Matrimonio, señaló que "esta encuesta confirma una vez más que sólo un puñado de personas están presionado al Gobierno para redefinir el matrimonio. Incluso entre aquellos dentro de la comunidad gay, no hay una mayoría que piense que esto es una prioridad".

"El escepticismo de la comunidad gay sobre las razones del primer Ministro hacen eco de los puntos de vista en una población más amplia", indicó

Para Hart, "el Gobierno debería abandonar estas propuestas, que son profundamente antidemocráticas y que nunca han sido presentadas ante el público británico".

sexta-feira, 15 de junho de 2012

Maria Barroso, Patriarca de Lisboa e UCP - Amargura e Indignação

1. O instituto de estudos políticos da universidade católica portuguesa realizará nos dias 25 a 27 do corrente o Estoril political forum 2012 intitulado “open societies, open economies and citizenship”.

No dia 27 numa cerimónia presidida pelo professor Adriano Moreira serão concedidas condecorações a três pessoas em reconhecimento das suas vidas de Fé e de empenho pela liberdade - Faith and liberty life tribute. Uma dessas pessoas, que será apresentada pelo reitor da ucp, professor Manuel Braga da Cruz, é Maria Barroso Soares. 

Maria Barroso na sua qualidade de presidente da pro dignitate estampou um artigo no jornal Público, 08.02.2007, aquando do último referendo sobre o aborto, intitulado “sim à despenalização”. Nesse texto soezmente tendencioso procurou propagandear de um modo manhoso o “sim” à liberalização do aborto, citando inclusive, tirando embora a frase do seu contexto, o Cardeal Patriarca de Lisboa. Assim termina o seu perverso artigo: “Não nos podemos … levar apenas por impulsos ou sentimentos suscitados e explorados por cidadãos não tolerantes (os que eram pelo “Não”) que extremam, acaloradamente, as suas posições. … Em suma - pelo direito à felicidade das crianças que nascem, e o direito à dignidade das mulheres - eu devo votar pela liberdade que deve ser concedida às mulheres de fazerem, em consciência, a sua escolha. Digo, com Frei Bento Domingues: «O "sim" à despenalização da interrupção voluntária da gravidez dentro das dez semanas é contra o sofrimento das mulheres redobrado com a sua criminalização. Não pode ser confundido com a apologia da cultura da morte, da cultura do aborto.»”.

Quanto ao empenho desta senhora pela liberdade as palavras do Bem-aventurado João Paulo II são esclarecedoras: “Reivindicar o direito ao aborto … e reconhecê-lo legalmente, equivale a atribuir à liberdade humana um significado perverso e iníquo: o significado de um poder absoluto sobre os outros e contra os outros. Mas isto é a morte da verdadeira liberdade: «Em verdade, em verdade vos digo: todo aquele que comete o pecado é escravo do pecado» (Jo 8, 34).” (João Paulo II, O Evangelho da vida, nº 20). E ainda: “No referente ao direito à vida, cada ser humano inocente é absolutamente igual a todos os demais. Esta igualdade é a base de todo o relacionamento social autêntico, o qual, para o ser verdadeiramente, não pode deixar de se fundar sobre a verdade e a justiça, reconhecendo e tutelando cada homem e cada mulher como pessoa, e não como coisa de que se possa dispor. Diante da norma moral que proíbe a eliminação directa de um ser humano inocente, «não existem privilégios, nem excepções para ninguém. Ser o dono do mundo ou o último "miserável" sobre a face da terra, não faz diferença alguma: perante as exigências morais, todos somos absolutamente iguais».” (Idem nº 57). Por isso: “no caso de uma lei intrinsecamente injusta, como aquela que admite o aborto ou a eutanásia, nunca é lícito conformar-se com ela, «nem participar numa campanha de opinião a favor de uma lei de tal natureza, nem dar-lhe a aprovação com o próprio voto».” (Idem, nº 73). De facto, “O aborto e a eutanásia são … crimes que nenhuma lei humana pode pretender legitimar. Leis deste tipo não só não criam obrigação alguma para a consciência, como, ao contrário, geram uma grave e precisa obrigação de opor-se a elas através da objecção de consciência.” (Ibidem).

Quanto à Fé: “ … a inviolabilidade absoluta da vida humana inocente é uma verdade moral explicitamente ensinada na Sagrada Escritura, constantemente mantida na Tradição da Igreja e unanimemente proposta pelo seu Magistério. Tal unanimidade é fruto evidente daquele «sentido sobrenatural da fé» que, suscitado e apoiado pelo Espírito Santo, preserva do erro o Povo de Deus, quando «manifesta consenso universal em matéria de fé e costumes». … Portanto, com a autoridade que Cristo conferiu a Pedro e aos seus Sucessores, em comunhão com os Bispos da Igreja Católica, confirmo que a morte directa e voluntária de um ser humano inocente é sempre gravemente imoral. Esta doutrina, fundada naquela lei não-escrita que todo o homem, pela luz da razão, encontra no próprio coração (cf. Rm 2, 14-15), é confirmada pela Sagrada Escritura, transmitida pela Tradição da Igreja e ensinada pelo Magistério ordinário e universal.” (Idem, nº 57). Esta afirmação, como o ensina a Carta Apostólica sob forma de Motu Proprio Ad Tuendam Fidem, deve ser crida com fé divina e católica: “Deve-se crer com fé divina e católica em tudo o que se contém na palavra de Deus escrita ou transmitida por Tradição, ou seja, no único depósito da fé confiado à Igreja, quando ao mesmo tempo é proposto como divinamente revelado quer pelo magistério solene da Igreja, quer pelo seu magistério ordinário e universal …”. Pelo que quem duvida ou nega obstinadamente esta verdade incorre no crime e na censura de heresia, excluindo-se da Igreja. 

Segundo a doutrina de sempre da Igreja, confirmada pela encíclica Veritatis Splendor do Bem-aventurado João Paulo II, a cooperação formal com o mal, como seja, por exemplo, a votação ou promulgação de uma “lei” injusta que admite o aborto ou a eutanásia, é sempre ilícita. No caso em apreço isto significa que quem votou no “sim” tornou-se moralmente responsável pelos abortamentos de todas as crianças nascituras realizadas ao abrigo da “lei” e por todas as demais consequências, tanto as previsíveis como também as imprevisíveis.

Por tudo o que fica dito e pelo mais que se podia acrescentar invade-me uma enorme amargura e uma melancólica indignação por se prestar este tributo a tal personagem. Tanto mais que isso confirmá-la-á no seu pecado e constituirá um escândalo (teológico), isto é, induzirá muitos ao pecado.
Conta-se que Mário Soares teria dito um dia que casou com uma Passionária e agora se encontrava casado com uma Madre Teresa de Calcutá. Caso isto seja certo posso garantir com toda a segurança a Mário Soares que sua mulher não se transformou, nem por sombras, numa Madre Teresa.

Caso alguém queira, com bons modos, manifestar a sua tristeza e pedir que não se produza tal escândalo poderá escrever para:

Magno Chanceler da UCP, Cardeal Patriarca de Lisboa, D. José Policarpo: gab.patriarca@patriarcado-lisboa.pt

Reitor da UCP, Prof. Manuel Braga da Cruz: info@reitoria.ucp.pt

Nunciatura Apostólica: nunciaturapt@netcabo.pt

Secretaria do Núncio Apostólico, D. Rino Passigato: secretarianunci@netcabo.pt

quinta-feira, 14 de junho de 2012

Esplêndido Discurso de Bento XVI sobre Deus, Ressurreição, Baptismo e vida Cristã (em italiano)


Eminenza,
cari fratelli nel Sacerdozio e nell’Episcopato,
cari fratelli e sorelle,

per me è una grande gioia essere qui, nella Cattedrale di Roma con i rappresentanti della mia diocesi, e ringrazio di cuore il Cardinale Vicario per le sue buone parole.

Abbiamo già sentito che le ultime parole del Signore su questa terra ai suoi discepoli, sono state: «Andate, fate discepoli tutti i popoli e battezzateli nel nome del Padre, del Figlio, dello Spirito Santo» (cfr Mt 28,19). Fate discepoli e battezzate. Perché non è sufficiente per il discepolato conoscere le dottrine di Gesù, conoscere i valori cristiani? Perché è necessario essere battezzati? Questo è il tema della nostra riflessione, per capire la realtà, la profondità del Sacramento del Battesimo.

Una prima porta si apre se leggiamo attentamente queste parole del Signore. La scelta della parola «nel nome del Padre» nel testo greco è molto importante: il Signore dice «eis» e non «en», cioè non «in nome» della Trinità – come noi diciamo che un vice prefetto parla «in nome» del prefetto, un ambasciatore parla «in nome» del governo: no. Dice: «eis to onoma», cioè una immersione nel nome della Trinità, un essere inseriti nel nome della Trinità, una interpenetrazione dell’essere di Dio e del nostro essere, un essere immerso nel Dio Trinità, Padre, Figlio e Spirito Santo, così come nel matrimonio, per esempio, due persone diventano una carne, diventano una nuova, unica realtà, con un nuovo, unico nome.

Il Signore ci ha aiutato a capire ancora meglio questa realtà nel suo colloquio con i sadducei circa la risurrezione. I sadducei riconoscevano dal canone dell’Antico Testamento solo i cinque Libri di Mosè e in questi non appare la risurrezione; perciò la negavano. Il Signore, proprio da questi cinque Libri dimostra la realtà della risurrezione e dice: Voi non sapete che Dio si chiama Dio di Abramo, Isacco e Giacobbe? (cfr Mt 22,31-32). Quindi, Dio prende questi tre e proprio nel suo nome essi diventano il nome di Dio. Per capire chi è questo Dio si devono vedere queste persone che sono diventate il nome di Dio, un nome di Dio, sono immersi in Dio. E così vediamo che chi sta nel nome di Dio, chi è immerso in Dio, è vivo, perché Dio – dice il Signore – è un Dio non dei morti, ma dei vivi, e se è Dio di questi, è Dio dei vivi; i vivi sono vivi perché stanno nella memoria, nella vita di Dio. E proprio questo succede nel nostro essere battezzati: diventiamo inseriti nel nome di Dio, così che apparteniamo a questo nome e il Suo nome diventa il nostro nome e anche noi potremo, con la nostra testimonianza – come i tre dell’Antico Testamento –, essere testimoni di Dio, segno di chi è questo Dio, nome di questo Dio.

Quindi, essere battezzati vuol dire essere uniti a Dio; in un’unica, nuova esistenza apparteniamo a Dio, siamo immersi in Dio stesso. Pensando a questo, possiamo subito vedere alcune conseguenze.

La prima è che Dio non è più molto lontano per noi, non è una realtà da discutere – se c’è o non c’è –, ma noi siamo in Dio e Dio è in noi. La priorità, la centralità di Dio nella nostra vita è una prima conseguenza del Battesimo. Alla questione: «C’è Dio?», la risposta è: «C’è ed è con noi; centra nella nostra vita questa vicinanza di Dio, questo essere in Dio stesso, che non è una stella lontana, ma è l’ambiente della mia vita». Questa sarebbe la prima conseguenza e quindi dovrebbe dirci che noi stessi dobbiamo tenere conto di questa presenza di Dio, vivere realmente nella sua presenza.

Una seconda conseguenza di quanto ho detto è che noi non ci facciamo cristiani. Divenire cristiani non è una cosa che segue da una mia decisione: «Io adesso mi faccio cristiano». Certo, anche la mia decisione è necessaria, ma soprattutto è un’azione di Dio con me: non sono io che mi faccio cristiano, io sono assunto da Dio, preso in mano da Dio e così, dicendo «sì» a questa azione di Dio, divento cristiano. Divenire cristiani, in un certo senso, è passivo: io non mi faccio cristiano, ma Dio mi fa un suo uomo, Dio mi prende in mano e realizza la mia vita in una nuova dimensione. Come io non mi faccio vivere, ma la vita mi è data; sono nato non perché io mi sono fatto uomo, ma sono nato perché l’essere umano mi è donato. Così anche l’essere cristiano mi è donato, è un passivo per me, che diventa un attivo nella nostra, nella mia vita. E questo fatto del passivo, di non farsi da se stessi cristiani, ma di essere fatti cristiani da Dio, implica già un po’ il mistero della Croce: solo morendo al mio egoismo, uscendo da me stesso, posso essere cristiano.

Un terzo elemento che si apre subito in questa visione è che, naturalmente, essendo immerso in Dio, sono unito ai fratelli e alle sorelle, perché tutti gli altri sono in Dio e se io sono tirato fuori dal mio isolamento, se io sono immerso in Dio, sono immerso nella comunione con gli altri. Essere battezzati non è mai un atto solitario di «me», ma è sempre necessariamente un essere unito con tutti gli altri, un essere in unità e solidarietà con tutto il Corpo di Cristo, con tutta la comunità dei suoi fratelli e sorelle. Questo fatto che il Battesimo mi inserisce in comunità, rompe il mio isolamento. Dobbiamo tenerlo presente nel nostro essere cristiani.

E finalmente, ritorniamo alla Parola di Cristo ai sadducei: «Dio è il Dio di Abramo, Isacco e Giacobbe» (cfr Mt 22,32), e quindi questi non sono morti; se sono di Dio sono vivi. Vuol dire che con il Battesimo, con l’immersione nel nome di Dio, siamo anche noi già immersi nella vita immortale, siamo vivi per sempre. Con altre parole, il Battesimo è una prima tappa della Risurrezione: immersi in Dio, siamo già immersi nella vita indistruttibile, comincia la Risurrezione. Come Abramo, Isacco e Giacobbe essendo «nome di Dio» sono vivi, così noi, inseriti nel nome di Dio, siamo vivi nella vita immortale. Il Battesimo è il primo passo della Risurrezione, l’entrare nella vita indistruttibile di Dio.

Così, in un primo momento, con la formula battesimale di san Matteo, con l’ultima parola di Cristo, abbiamo visto già un po’ l’essenziale del Battesimo. Adesso vediamo il rito sacramentale, per poter capire ancora più precisamente che cosa è il Battesimo.

Questo rito, come il rito di quasi tutti i Sacramenti, si compone da due elementi: da materia – acqua – e dalla parola. Questo è molto importante. Il cristianesimo non è una cosa puramente spirituale, una cosa solamente soggettiva, del sentimento, della volontà, di idee, ma è una realtà cosmica. Dio è il Creatore di tutta la materia, la materia entra nel cristianesimo, e solo in questo grande contesto di materia e spirito insieme siamo cristiani. Molto importante è, quindi, che la materia faccia parte della nostra fede, il corpo faccia parte della nostra fede; la fede non è puramente spirituale, ma Dio ci inserisce così in tutta la realtà del cosmo e trasforma il cosmo, lo tira a sé. E con questo elemento materiale – l’acqua – entra non soltanto un elemento fondamentale del cosmo, una materia fondamentale creata da Dio, ma anche tutto il simbolismo delle religioni, perché in tutte le religioni l’acqua ha qualcosa da dire. Il cammino delle religioni, questa ricerca di Dio in diversi modi – anche sbagliati, ma sempre ricerca di Dio – diventa assunta nel Sacramento. Le altre religioni, con il loro cammino verso Dio, sono presenti, sono assunte, e così si fa la sintesi del mondo; tutta la ricerca di Dio che si esprime nei simboli delle religioni, e soprattutto – naturalmente – il simbolismo dell’Antico Testamento, che così, con tutte le sue esperienze di salvezza e di bontà di Dio, diventa presente. Su questo punto ritorneremo.

L’altro elemento è la parola, e questa parola si presenta in tre elementi: rinunce, promesse, invocazioni. Importante è che queste parole quindi non siano solo parole, ma siano cammino di vita. In queste si realizza un decisione, in queste parole è presente tutto il nostro cammino battesimale – sia pre-battesimale, sia post-battesimale; quindi, con queste parole, e anche con i simboli, il Battesimo si estende a tutta la nostra vita. Questa realtà delle promesse, delle rinunce, delle invocazioni è una realtà che dura per tutta la nostra vita, perché siamo sempre in cammino battesimale, in cammino catecumenale, tramite queste parole e la realizzazione di queste parole. Il Sacramento del Battesimo non è un atto di un’ora, ma è una realtà di tutta la nostra vita, è un cammino di tutta la nostra vita. In realtà, dietro c’è anche la dottrina delle due vie, che era fondamentale nel primo cristianesimo: una via alla quale diciamo «no» e una via alla quale diciamo «sì».

Cominciamo con la prima parte, le rinunce. Sono tre e prendo anzitutto la seconda: «Rinunciate alle seduzioni del male per non lasciarvi dominare dal peccato?». Che cosa sono queste seduzioni del male? Nella Chiesa antica, e ancora per secoli, qui c’era l’espressione: «Rinunciate alla pompa del diavolo?», e oggi sappiamo che cosa era inteso con questa espressione «pompa del diavolo». La pompa del diavolo erano soprattutto i grandi spettacoli cruenti, in cui la crudeltà diventa divertimento, in cui uccidere uomini diventa una cosa spettacolare: spettacolo, la vita e la morte di un uomo. Questi spettacoli cruenti, questo divertimento del male è la «pompa del diavolo», dove appare con apparente bellezza e, in realtà, appare con tutta la sua crudeltà. Ma oltre a questo significato immediato della parola «pompa del diavolo», si voleva parlare di un tipo di cultura, di una way of life, di un modo di vivere, nel quale non conta la verità ma l’apparenza, non si cerca la verità ma l’effetto, la sensazione, e, sotto il pretesto della verità, in realtà, si distruggono uomini, si vuole distruggere e creare solo se stessi come vincitori. Quindi, questa rinuncia era molto reale: era la rinuncia ad un tipo di cultura che è un’anti-cultura, contro Cristo e contro Dio. Si decideva contro una cultura che, nel Vangelo di san Giovanni, è chiamata«kosmos houtos», «questo mondo». Con «questo mondo», naturalmente, Giovanni e Gesù non parlano della Creazione di Dio, dell’uomo come tale, ma parlano di una certa creatura che è dominante e si impone come se fosse questo il mondo, e come se fosse questo il modo di vivere che si impone. Lascio adesso ad ognuno di voi di riflettere su questa «pompa del diavolo», su questa cultura alla quale diciamo «no». Essere battezzati significa proprio sostanzialmente un emanciparsi, un liberarsi da questa cultura. Conosciamo anche oggi un tipo di cultura in cui non conta la verità; anche se apparentemente si vuol fare apparire tutta la verità, conta solo la sensazione e lo spirito di calunnia e di distruzione. Una cultura che non cerca il bene, il cui moralismo è, in realtà, una maschera per confondere, creare confusione e distruzione. Contro questa cultura, in cui la menzogna si presenta nella veste della verità e dell’informazione, contro questa cultura che cerca solo il benessere materiale e nega Dio, diciamo «no». Conosciamo bene anche da tanti Salmi questo contrasto di una cultura nella quale uno sembra intoccabile da tutti i mali del mondo, si pone sopra tutti, sopra Dio, mentre, in realtà, è una cultura del male, un dominio del male. E così, la decisione del Battesimo, questa parte del cammino catecumenale che dura per tutta la nostra vita, è proprio questo «no», detto e realizzato di nuovo ogni giorno, anche con i sacrifici che costa opporsi alla cultura in molte parti dominante, anche se si imponesse come se fosse il mondo, questo mondo: non è vero. E ci sono anche tanti che desiderano realmente la verità.

Così passiamo alla prima rinuncia: «Rinunciate al peccato per vivere nella libertà dei figli di Dio?». Oggi libertà e vita cristiana, osservanza dei comandamenti di Dio, vanno in direzioni opposte; essere cristiani sarebbe come una schiavitù; libertà è emanciparsi dalla fede cristiana, emanciparsi – in fin dei conti – da Dio. La parola peccato appare a molti quasi ridicola, perché dicono: «Come! Dio non possiamo offenderlo! Dio è così grande, che cosa interessa a Dio se io faccio un piccolo errore? Non possiamo offendere Dio, il suo interesse è troppo grande per essere offeso da noi». Sembra vero, ma non è vero. Dio si è fatto vulnerabile. Nel Cristo crocifisso vediamo che Dio si è fatto vulnerabile, si è fatto vulnerabile fino alla morte. Dio si interessa a noi perché ci ama e l’amore di Dio è vulnerabilità, l’amore di Dio è interessamento dell’uomo, l’amore di Dio vuol dire che la nostra prima preoccupazione deve essere non ferire, non distruggere il suo amore, non fare nulla contro il suo amore perché altrimenti viviamo anche contro noi stessi e contro la nostra libertà. E, in realtà, questa apparente libertà nell’emancipazione da Dio diventa subito schiavitù di tante dittature del tempo, che devono essere seguite per essere ritenuti all’altezza del tempo.

E finalmente: «Rinunciate a Satana?». Questo ci dice che c’è un «sì» a Dio e un «no» al potere del Maligno che coordina tutte queste attività e si vuol fare dio di questo mondo, come dice ancora san Giovanni. Ma non è Dio, è solo l’avversario, e noi non ci sottomettiamo al suo potere; noi diciamo «no» perché diciamo «sì», un «sì» fondamentale, il «sì» dell’amore e della verità. Queste tre rinunce, nel rito del Battesimo, nell’antichità, erano accompagnate da tre immersioni: immersione nell’acqua come simbolo della morte, di un «no» che realmente è la morte di un tipo di vita e risurrezione ad un’altra vita. Su questo ritorneremo. Poi, la confessione in tre domande: «Credete in Dio Padre onnipotente, Creatore; in Cristo e, infine, nello Spirito Santo e la Chiesa?». Questa formula, queste tre parti, sono state sviluppate a partire dalla Parola del Signore «battezzare in nome del Padre, del Figlio e dello Spirito Santo»; queste parole sono concretizzate ed approfondite: che cosa vuol dire Padre, cosa vuol dire Figlio – tutta la fede in Cristo, tutta la realtà del Dio fattosi uomo – e che cosa vuol dire credere di essere battezzati nello Spirito Santo, cioè tutta l’azione di Dio nella storia, nella Chiesa, nella comunione dei Santi. Così, la formula positiva del Battesimo è anche un dialogo: non è semplicemente una formula. Soprattutto la confessione della fede non è soltanto una cosa da capire, una cosa intellettuale, una cosa da memorizzare - certo, anche questo - tocca anche l’intelletto, tocca anche il nostro vivere, soprattutto. E questo mi sembra molto importante. Non è una cosa intellettuale, una pura formula. E’ un dialogo di Dio con noi, un’azione di Dio con noi, e una risposta nostra, è un cammino. La verità di Cristo si può capire soltanto se si è capita la sua via. Solo se accettiamo Cristo come via incominciamo realmente ad essere nella via di Cristo e possiamo anche capire la verità di Cristo. La verità non vissuta non si apre; solo la verità vissuta, la verità accettata come modo di vivere, come cammino, si apre anche come verità in tutta la sua ricchezza e profondità. Quindi, questa formula è una via, è espressione di una nostra conversione, di un’azione di Dio. E noi vogliamo realmente tenere presente questo anche in tutta la nostra vita: che siamo in comunione di cammino con Dio, con Cristo. E così siamo in comunione con la verità: vivendo la verità, la verità diventa vita e vivendo questa vita troviamo anche la verità.

Adesso passiamo all’elemento materiale: l’acqua. E’ molto importante vedere due significati dell’acqua. Da una parte, l’acqua fa pensare al mare, soprattutto al Mar Rosso, alla morte nel Mar Rosso. Nel mare si rappresenta la forza della morte, la necessità di morire per arrivare ad una nuova vita. Questo mi sembra molto importante. Il Battesimo non è solo una cerimonia, un rituale introdotto tempo fa, e non è nemmeno soltanto un lavaggio, un’operazione cosmetica. E’ molto più di un lavaggio: è morte e vita, è morte di una certa esistenza e rinascita, risurrezione a nuova vita. Questa è la profondità dell’essere cristiano: non solo è qualcosa che si aggiunge, ma è una nuova nascita. Dopo aver attraversato il Mar Rosso, siamo nuovi. Così il mare, in tutte le esperienze dell’Antico Testamento, è divenuto per i cristiani simbolo della Croce. Perché solo attraverso la morte, una rinuncia radicale nella quale si muore ad un certo tipo di vita, può realizzarsi la rinascita e può realmente esserci vita nuova. Questa è una parte del simbolismo dell’acqua: simboleggia - soprattutto nelle immersioni dell’antichità - il Mar Rosso, la morte, la Croce. Solo dalla Croce si arriva alla nuova vita e questo si realizza ogni giorno. Senza questa morte sempre rinnovata, non possiamo rinnovare la vera vitalità della nuova vita di Cristo.

Ma l’altro simbolo è quello della fonte. L’acqua è origine di tutta la vita; oltre al simbolismo della morte, ha anche il simbolismo della nuova vita. Ogni vita viene anche dall’acqua, dall’acqua che viene da Cristo come la vera vita nuova che ci accompagna all’eternità.

Alla fine rimane la questione - solo una parolina – del Battesimo dei bambini. E’ giusto farlo, o sarebbe più necessario fare prima il cammino catecumenale per arrivare ad un Battesimo veramente realizzato? E l’altra questione che si pone sempre è: «Ma possiamo noi imporre ad  un bambino quale religione vuole vivere o no? Non dobbiamo lasciare a quel bambino la scelta?». Queste domande mostrano che non vediamo più nella fede cristiana la vita nuova, la vera vita, ma vediamo una scelta tra altre, anche un peso che non si dovrebbe imporre senza aver avuto l’assenso del soggetto. La realtà è diversa. La vita stessa ci viene data senza che noi possiamo scegliere se vogliamo vivere o no; a nessuno può essere chiesto: «vuoi essere nato o no?». La vita stessa ci viene data necessariamente senza consenso previo, ci viene donata così e non possiamo decidere prima «sì o no, voglio vivere o no». E, in realtà, la vera domanda è: «E’ giusto donare vita in questo  mondo senza avere avuto il consenso – vuoi vivere o no? Si può realmente anticipare la vita, dare la vita senza che il soggetto abbia avuto la possibilità di decidere?». Io direi: è possibile ed è giusto soltanto se, con la vita, possiamo dare anche la garanzia che la vita, con tutti i problemi del mondo, sia buona, che sia bene vivere, che ci sia una garanzia che questa vita sia buona, sia protetta da Dio e che sia un vero dono. Solo l’anticipazione del senso giustifica l’anticipazione della vita. E perciò il Battesimo come garanzia del bene di Dio, come anticipazione del senso, del «sì» di Dio che protegge questa vita, giustifica anche l’anticipazione della vita. Quindi, il Battesimo dei bambini non è contro la libertà; è proprio necessario dare questo, per giustificare anche il dono – altrimenti discutibile – della vita. Solo la vita che è nelle mani di Dio, nelle mani di Cristo, immersa nel nome del Dio trinitario, è certamente un bene che si può dare senza scrupoli. E così siamo grati a Dio che ci ha donato questo dono, che ci ha donato se stesso. E la nostra sfida è vivere questo dono, vivere realmente, in un cammino post-battesimale, sia le rinunce che il «sì» e vivere sempre nel grande «sì» di Dio, e così vivere bene. Grazie.

quarta-feira, 13 de junho de 2012

Fertilización in vitro con “tres padres” es muy peligrosa, alertan pro-vidas

LONDRES, 13 Jun. 12 / 05:10 am (ACI/EWTN Noticias).- La organización pro-vida británica Sociedad para la Protección de los Niños No Nacidos (SPUC por sus siglas en inglés) advirtió que un nuevo tratamiento de fertilidad con "tres padres", que pretende prevenir enfermedades genéticas, es muy peligroso y puede llevar al desarrollo de anormalidades en el embrión.

Este método de fertilización artificial se conoce como de "tres padres", porque el embrión tiene genes de una madre, un padre y una donante extra de sexo femenino, en un intento por remover y reemplazar ADN mitocondrial considerado "defectuoso".

En un comunicado emitido el 12 de junio, el encargado de comunicaciones de SPUC, Anthony Ozimic, señaló que "así como con la fecundación in vitro y la clonación, estas técnicas mitocondriales podrían llevar al desarrollo de anormalidades".

"Crear niños en fase embrionaria en el laboratorio es abusar de ellos, sometiéndolos a procesos innaturales. Estas técnicas son tanto destructivas como peligrosas, y por tanto no son éticas".

Ozimic denunció que "la gran mayoría de niños en fase embrionaria creados en el laboratorio son asesinados porque no alcanzan los requerimientos del ‘control de calidad’ establecidos por los científicos involucrados en esos experimentos cada vez más macabros".

"Los científicos deberían abandonar el campo espurio de la destructiva experimentación con embriones y, en su lugar, promover la alternativa ética de la investigación de células madres adultas, que ya está proveyendo curas y tratamientos para un creciente número de enfermedades".
En su comunicado, el grupo pro-vida, que ha sido consultado sobre temas de bioética por comités del parlamento británico, también criticó el informe remitido por el Nuffield Council on Bioethics, que consideró como una opción de tratamiento ética la fecundación de "tres padres".

Lo Sponsor Islamico costringe Real Madrid e Barcelona a togliere la Croce dallo Stemma - di Massimiliano Castellani


«Toglieteci tutto, ma non la croce cristiana». E' questo l'appello accorato che da Madrid sta girando per l'Europa del pallone, da tempo divenuta la nuova terra di conquista degli sceicchi islamici.

D'accordo che per il vil denaro il mercenariato del calcio è disposto a tutto, ma addirittura rinunciare alla storia e alla tradizione, in questo caso "sacra", del proprio simbolo, questo è inaccettabile. 

Eppure il club più noto e amato del pianeta calcio, il Real Madrid, alla faccia dei suoi 150 milioni di tifosi sparsi per il mondo (dei quali in Spagna il 30% si dichiarano «cattolici praticanti») lo ha fatto. Via quella croce dalla corona concessa dalla Chiesa in via del tutto straordinaria al re Alfonso XIII - nel 1920 - per non offendere la religione dei "fratelli musulmani", entrati a suon di petrodollari nella stanza dei bottoni del club del patron Florentino Perez. Come non accontentare lo sceicco che ha già promesso alle "Merengues" aiuti sostanziosi da qui all'eternità e la possibilità immediata di far partire un progetto di una seconda "Casa Blanca" (modernissimo centro sportivo) nell'isola di Ras Al Khaimah, una delle "sette sorelle" che formano gli Emirati Arabi. 

E gli acerrimi nemici del Real, il Barcellona, che per un secolo (112 anni per l'esattezza) hanno tenuto alto il vessillo dell'indipendenza catalana, persino dagli sponsor più opulenti, ma adesso nell'era del "calcioshowbiz" sventolano bandiera bianca. Nella finale del torneo di Abu Dhabi, Messi e compagni sono scesi in campo con una maglia alla quale era stata tassativamente vietata l'esposizione dello stemma classico del Barça, quello con la croce di Sant Jordi. Via anche qui il simbolo cattolico, divieto di farsi anche il segno della croce o di pregare in campo e massima fierezza invece nell'esporre la sponsorizzazione, "Qatar Foundation", sulla gloriosa casacca blaugrana. Il presidente Laporta [...] come poteva rinunciare ai 166 milioni che nel prossimo quinquennio sborserà la holding a cui fa capo il munifico Tamin bin Hamad Al-Thani? Il principe ereditario e futuro Re del Qatar, classe 1980, è partito da un pezzo alla conquista del mondo del pallone. L'obiettivo finale, peraltro già raggiunto: i Mondiali di calcio del Qatar, nel 2022. 

«Il Mondiale impossibile», secondo i benpensanti, smentiti e reso reale dagli appoggi del famelico e venalissimo presidente della Fifa, Joseph Blatter che si è inginocchiato dinanzi allo stemma dell'impero degli Al-Thani. Un tesoro da 40 miliardi di euro, dei quali una "piccola parte", peraltro molto sostanziosa, finisce nella "Qatar Sport Investiments". Il giocattolino di Tamin, rampollo di una famiglia a capo di un Paese, indipendente dall'Inghilterra dal 1971, dove risiedono stabilmente appena 1,7 milioni di abitanti, ma che possiede un tasso di crescita che nel 2010 si attestava intorno a un magnifico più 16,3%. Numeri che fanno capire come sia facile per la famiglia Al-Thani scalare e convertire il Barcellona che dopo la Febbre a 90° contrae pericolosamente quella dell'oro. Ancora più semplice per i discendenti dei mori regalarsi, sempre nella Liga spagnola, il Malaga, e poi puntare in Francia e mettere le mani sul Paris Saint Germain, con la benedizione dell'amico, l'ex Presidente Sarkozy e un assegnuccio da 70 milioni di euro, giusto per controllare almeno il 70% del club. 

Il direttore generale del PSG, il cattolicissimo brasiliano Leonardo, con un contratto da 5 milioni a stagione per i prossimi quattro anni, non ha esitato a mettersi a completa disposizione del principe del Qatar che per allenatore ha ingaggiato anche il nostro Carlo Ancelotti, rendendolo, tra i malumori dell'opinione pubblica transalpina, l'uomo dallo stipendio più alto di Francia: 6 milioni di euro. Ma lo sponsor sulla maglia del PSG, "Fly Emirates", lo forniscono gentilmente i fratelli musulmani di Dubai che fino al 2015 sono legati anche al Milan con un contratto da 60 milioni di euro.

Finora il "diavolo" simbolo della società del presidente Silvio Berlusconi, a quelli di Dubai pare non dia fastidio, ma non è escluso che prima o poi possano emettere una "fatwa", come quella che due anni fa colpì i rossoneri in Malesia. Due imam, feroci quanto le tigri di Mompracen bandirono dai campetti malesi la maglia del Milan: «Perché un musulmano - disse il leader religioso Nooh Gadot - non deve venerare simboli di altre religioni o il diavolo». I signori di Dubai sponsorizzano anche l'Amburgo nella Bundesliga e per 90 milioni di euro hanno acquistato il club spagnolo del Getafe. Ma il capolavoro del gruppo è stato la conquista del title-sponsor dello stadio dell'Arsenal che per i prossimi 15 anni (per un totale 100 milioni di euro) recherà l'intitolazione "Emirates Airlaines".

Volano le azioni e gli investimenti in nome di Allah anche da Abu Dhabi.

Dalla sua regale dimora, lo sceicco Mansour ha deciso di spendere e spandere per rendere il Manchester City una potenza mondiale del football. E finalmente i 250milioni di sterline (23 dei quali serviti per acquistare Mario Balotelli), dopo 44 anni di attesa, hanno fruttato la tanta agognata conquista della Premier da parte del City allenato da Roberto Mancini. Dal Bahrain sono partiti con una cifra e un profilo più basso, accontendadosi di rilevare in Spagna il piccolo "Real", quello del Racing Santander. Per ora i magnati della Western Gulf preferiscono i motori (Dal 2004 organizzano il GP di Formula 1 del Bahrain) come dimostra il 30% delle loro azioni nella McLaren. Ma dove c'è sport, ormai, lì c'è la casa del "sultano". Maragià che arrivano con le loro truppe cammellate per stipulare contratti faraonici, ma imponendo sempre il proprio credo che non tiene mai conto della storia e tanto meno della tradizione religiosa del Vecchio Continente, così in crisi da accettare di tutto. Tanto è lo sceicco che paga.
Fonte: Avvenire, 23/05/2012

terça-feira, 12 de junho de 2012

Extensive new Study shows negative outcomes of same-sex parenting

In CWN

An extensive new study of children raised by same-sex parents has discovered a pattern of significant negative outcomes, raising serious questions about previous studies that claimed homosexual couples were equally successful parents. 

“The empirical claim that no notable differences exist must go,” Mark Regnerus, a University of Texas professor who conducted the new study, which was published in the journal Social Science Research. His data, he said, showed that “children appear most apt to succeed well as adults when they spend their entire childhood with their married mother and father, and especially when the parents remain married to the present day.” 

In fact, in an unusually thorough study of nearly 3,000 young adult Americans, Regnerus found that in comparison with children of traditional families, those raised by lesbian couples had negative outcomes in 24 out of 40 test categories. Those raised by homosexual men had negative outcomes in 19 categories. 

A separate study, also published in Social Science Research, found serious shortcoming in earlier studies that had found no difficulties with same-sex parenting. Loren Marks of Louisiana State University found that the earlier studies had been marred by small sample sizes, biased selection of subjects, and a narrow definition of outcomes that did not include factors such as the children’s educational performance, employment, involvement in crime or drug abuse.





segunda-feira, 11 de junho de 2012

Cardenal Herranz asegura que hay más mártires ahora que en cualquier momento de la historia

ROMA, 10 Jun. 12 / 06:31 pm (ACI/EWTN Noticias).- El Presidente Emérito del Pontificio Consejo para los Textos legislativos, Cardenal Julián Herranz Casado, está seguro de que en este momento hay más mártires que en cualquier otra etapa de la historia de la Iglesia.

En entrevista con ACI Prensa, el Cardenal Herranz explicó que tiene muy presente los países donde la Iglesia es perseguida, y en especial guarda un precioso recuerdo de la Iglesia en China, "pobre y perseguida, pero llena de vida".

"Hace ya unos 10 años, le escribí una carta a Juan Pablo II desde China, en la que le decía que estaba emocionado de ver una Iglesia pobre y perseguida, pero llena de vida, una Iglesia en la cual la vida de fe se notaba continuamente en la forma de comportarse ante las cruces, ante las dificultades, ante la procesión de la propia fe sin ningún temor, y la vida sacramental muy intensa".

Luego de celebrar la Santa Misa con motivo de la Jornada de Oración por la Iglesia en China junto a algunos miembros de la China Prayer Group –un grupo nacido para la seguir el llamado del Papa Benedicto XVI a orar por la evangelización y la unidad de la Iglesia del país–, el Cardenal Herranz indicó que esta oración es una respuesta al llamado del Papa para "pedir por los cristianos, los católicos que están siendo perseguidos en muchas naciones del mundo".

"Es un momento en el cual están habiendo más mártires que en cualquier momento de la historia de la Iglesia, mártires de quienes muchas veces ni siquiera su nombre es conocido. Delante del Señor están muy presentes, ellos han recibido la corona de la gloria en el Cielo, y sobre todo están dando un testimonio de fortaleza en la fe", explicó.

El Cardenal Herranz señaló que es verdad que la Iglesia en China está pasando por momentos difíciles, "pero ¿cuándo la Iglesia no ha pasado por momentos difíciles de un tipo o de otro? Pensando en la Iglesia de los primeros tiempos, cuando estaba más acosada por tantas dificultades, allí lo que hacían los cristianos era ser unánimes en la oración, en la comunión -participación del cuerpo del Señor-, y en la doctrina de los apóstoles", animó.

La autoridad vaticana indicó que Benedicto XVI fundamentalmente desea ayudar a crecer en la fe a la población china. "Si Cristo es camino, verdad y vida, camino de la Iglesia en China, la vida, la fuerza de la vida misionera y apostólica que tengan los católicos en China depende mucho de la amistad que tengan con Cristo, es decir, como crezcan ellos por dentro".

Finalmente, el Purpurado consideró que la situación de los católicos en China está mejorando, "es bueno todo lo que tiene vida, todo lo que crece, todo lo que se expansiona, y los católicos están en un momento de gran crecimiento por dentro y por fuera, por dentro porque se les procura mucho mejorar la formación en la fe, y por fuera porque tienen todos, y especialmente los laicos –y me da mucha alegría-, un gran fervor laico y misionero".

China es un país hostil para los católicos, el estado solo permite el culto católico únicamente a la Asociación Patriótica Católica China, subalterna del Partido Comunista de China, y en numerosas ocasiones ha rechazado la autoridad del Vaticano. La Iglesia Católica, fiel al Papa y clandestina en China, es perseguida permanentemente.

Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos extranjeros. Anteriormente, la Iglesia Patriótica nombró algunos obispos sin el beneplácito del Santo Padre.

En el año 2007, Benedicto XVI escribió una Carta a los obispos, presbíteros, personas consagradas y fieles laicos de la Iglesia Católica de China. A través de ella, animó a la unidad, el perdón y la reconciliación, el diálogo respetuoso y constructivo entre los fieles, y exhortó a las comunidades eclesiales y organismos estatales a vivir sus relaciones "en la verdad y la caridad".

"Las autoridades civiles son muy conscientes de que la Iglesia, en su enseñanza, invita a los fieles a ser buenos ciudadanos, colaboradores respetuosos y activos del bien común en su País, pero también está claro que ella pide al Estado que garantice a los mismos ciudadanos católicos el pleno ejercicio de su fe, en el respeto de una auténtica libertad religiosa", expresó en aquella ocasión.

domingo, 10 de junho de 2012

O Crime dos Partidos Descarados



“A justa ordem da sociedade e do Estado é dever central da política. Um Estado, que não se regesse segundo a justiça, reduzir-se-ia a um grande bando de ladrões, como disse (Santo) Agostinho … A justiça é o objectivo e, consequentemente, também a medida intrínseca de toda a política. A política é mais do que uma simples técnica para a definição dos ordenamentos públicos: a sua origem e o seu objectivo estão precisamente na justiça, e esta é de natureza ética.” (Bento XVI, Deus Caritas est, nº 28 a).

Impressiona a glacial desvergonha desaforada do psd e do cds com que publicitam, como se fora algo extraordinariamente audacioso e benigno, uma futura apresentação de propostas para cobrar “taxas moderadoras” para as mães grávidas, no caso do psd, que repitam o abortamento de um filho ou, no caso do cds, para toda e qualquer mãe grávida que queira abortar seus filhos, mesmo que se trate da primeira vez. Esta crueza da “maioria absoluta” que parece assim pretender ocultar a sua perversa identidade sinistra revela pelo contrário um maquiavelismo sádico.

De facto, estas organizações partidárias que agora exercem o poder têm o dever estrito de garantir a justiça reconhecendo e tutelando a igual dignidade de todo o ser humano em todas as fases da sua existência, desde a sua concepção, ou estado unicelular, até à morte natural. Sem este fundamento, isto é, o respeito do direito à vida, não existe nem estado de direito nem democracia nem bem comum. De modo que os políticos que detêm os poderes executivo e legislativo ao cumpliciarem-se com uma lei profundamente e gravissimamente injusta, tendo eles a obrigação e a possibilidade de a eliminar, tornam-se, lamento dizê-lo mas é a verdade dos factos, criminosos cuja ferocidade faz empalidecer e praticamente desaparecer a das organizações mafiosas - basta lembrar não só a quantidade de vítimas mas também a qualificação eminentemente tenebrosa, atroz e desalmada dos assassínios perpetrados: “Dentre todos os crimes que o homem pode realizar contra a vida, o aborto provocado apresenta características que o tornam particularmente perverso e abominável … A gravidade moral (= a injustiça) do aborto provocado aparece em toda a sua verdade, quando se reconhece que se trata de um homicídio e, particularmente, quando se consideram as circunstâncias específicas que o qualificam. A pessoa eliminada é um ser humano que começa a desabrochar para a vida, isto é, o que de mais inocente, em absoluto, se possa imaginar: nunca poderia ser considerado um agressor, menos ainda um injusto agressor! É frágil, inerme (indefeso, desarmado), e numa medida tal que o deixa privado inclusive daquela forma mínima de defesa constituída pela força suplicante dos gemidos e do choro do recém-nascido.” (João Paulo II, Evangelium vitae, 58).

Tudo isto que fica escrito, juntamente com todas as outras coisas que não me tenho cansado de redigir e de citar (por exemplo: O Triunfo da Vida e Ao Gólgota), mostra à saciedade, que não é devido nenhum respeito a qualquer referendo ou “lei” ou promulgação emanadas de qualquer órgão político que admita a ignóbil matança de inocentes. E muito menos que os execute através dos serviços de saúde (!) do estado ou dos que com ele estão concubinados. 

No entanto, mesmo para aqueles que absurda e erroneamente consideram que o referendo apesar de não ter sido juridicamente válido o tenha sido politicamente (Cf. A posição anfigúrica, à revelia da doutrina da Igreja, de D. José Policarpo), como o demonstra argutamente a Dra. Isilda Pegado, presidente da Federação Portuguesa pela Vida (cf Público, 07 de Junho de 2012, pág 47), a pseudolegislação actual produzida pela anterior maioria não encontra nele suporte, constituindo mais um abuso infame de poder ao financiar e subsidiar universalmente o abortamento.

O problema do desemprego é seguramente muitíssimo grave mas o principal problema social do país é o abortamento de tantas crianças e se há razão para sair à rua esta é a primeira de entre todas.

Nuno Serras Pereira
10. 06. 2012